Aunque las flores de mayo
Que traen la primavera
Me recuerdan que van pasando los años,
Todavía pongo cara de idiota
Cada vez que te quitas la ropa,
Arqueas las cejas
Y con una sonrisa en los labios,
Me susurras suave al oído:
Esta noche cariño, quiero hacerlo contigo.
Marchita se ha quedado la margarita
perdida entre las hojas amarillas
de aquel librillo de melifluos poemas
regalado tras la primera cita,
Antes de pensar si quiera
que mi lengua pasara
de las palabras a las caricias.
Quien iba a decirnos
Que tras aquellas noches de verano
En las que nos dejamos arrastrar
Con los frenos quitados
Por las rampas del delirio,
Me convertirá en adicto
Al roce de tu cabello largo,
Al contacto con tus pequeñas manos
Y a las curvas de tus sinuosos trazos.
Ahora, aunque en la piel se ha quedado
Impreso el paso del tiempo,
Aunque nuestros pies ya no caminen raudos
Ni me memoria recuerde nuestro aniversario,
Cada vez que te miro a los ojos
Y me pierdo en tu boca,
Me sale del alma decirte amor mío,
Me sale del alma decir que te amo.
Llora guitarra, llora, Llora a mi lado Las penas y melancolías Que siente mi alma. Canta guitarra, canta, La felicidad y alegría que me ofrece la calma. Sueña guitarra, sueña La ilusión de que algún día, En mis manos, serás Poderosa arma.
Ay guitarra, guitarra mía, De dulces y desgarradas melodías, Que me traes a la mente, Los recuerdos de Andalucía, De las aguas mediterráneas, De la altas montañas, De mis tierras de España.
Como el rumor de las olas Suenan tus notas, tímidas y desgastadas, Ay guitarra, guitarra mía, Hermosa armonía Para noches solitarias De intimidades baldías. Ay guitarra, guitarra mía, Me matas con cada nota, Con cada ritmo me das la vida.
Tras tu alma
Tañe la campana en la lontananza,
Que te trae de nuevo a mi memoria.
Surgen las luces del nuevo día,
Que me recuerdan que he de continuar mi viaje.
Aunque se hace pesado el petate
Cuando va repleto de nostalgia,
Pongo mis pies en marcha,
con una sonrisa en los labios,
un nuevo anhelo en el corazón
y nuevas esperanzas.
Con la mirada fija en el horizonte,
espero el nuevo Sol,
Dejando atrás las sombras,
tapando mis oídos a los reproches.
El invierno se hace demasiado frío sin tu calor.
quiero abrazarte amor, quiero sentirte a mi lado,
quiero ofrecerte mis lágrimas para enjuagar tu dolor,
mi saliva para curar tus heridas
y susurrar al oído de tu recuerdo
Cuanto te echo de menos.
El día es gris y la niebla envuelve el paisaje;
Pero ya no temo la oscuridad del camino.
Estoy dispuesto a cruzar valles y montañas,
Sin perder un minuto más de mi tiempo
En cuentos sin ningún talento,
En quimeras de fantásticos lamentos.
Porque sólo deseo alcanzar mi destino,
Y mi destino es aquél donde tú te encuentres
Grito
Grito a la estrella de los vientos,
Aunque las flores de mayo
Que traen la primavera
Me recuerdan que van pasando los años,
Todavía pongo cara de idiota
Cada vez que te quitas la ropa,
Arqueas las cejas
Y con una sonrisa en los labios,
Me susurras suave al oído:
Esta noche cariño, quiero hacerlo contigo.
Marchita se ha quedado la margarita
perdida entre las hojas amarillas
de aquel librillo de melifluos poemas
regalado tras la primera cita,
Antes de pensar si quiera
que mi lengua pasara
de las palabras a las caricias.
Quien iba a decirnos
Que tras aquellas noches de verano
En las que nos dejamos arrastrar
Con los frenos quitados
Por las rampas del delirio,
Me convertirá en adicto
Al roce de tu cabello largo,
Al contacto con tus pequeñas manos
Y a las curvas de tus sinuosos trazos.
Ahora, aunque en la piel se ha quedado
Impreso el paso del tiempo,
Aunque nuestros pies ya no caminen raudos
Ni me memoria recuerde nuestro aniversario,
Cada vez que te miro a los ojos
Y me pierdo en tu boca,
Me sale del alma decirte amor mío,
Me sale del alma decir que te amo.
Llora guitarra, llora, Llora a mi lado Las penas y melancolías Que siente mi alma. Canta guitarra, canta, La felicidad y alegría que me ofrece la calma. Sueña guitarra, sueña La ilusión de que algún día, En mis manos, serás Poderosa arma.
Ay guitarra, guitarra mía, De dulces y desgarradas melodías, Que me traes a la mente, Los recuerdos de Andalucía, De las aguas mediterráneas, De la altas montañas, De mis tierras de España.
Como el rumor de las olas Suenan tus notas, tímidas y desgastadas, Ay guitarra, guitarra mía, Hermosa armonía Para noches solitarias De intimidades baldías. Ay guitarra, guitarra mía, Me matas con cada nota, Con cada ritmo me das la vida.
Aunque las flores de mayo
Que traen la primavera
Me recuerdan que van pasando los años,
Todavía pongo cara de idiota
Cada vez que te quitas la ropa,
Arqueas las cejas
Y con una sonrisa en los labios,
Me susurras suave al oído:
Esta noche cariño, quiero hacerlo contigo.
Marchita se ha quedado la margarita
perdida entre las hojas amarillas
de aquel librillo de melifluos poemas
regalado tras la primera cita,
Antes de pensar si quiera
que mi lengua pasara
de las palabras a las caricias.
Quien iba a decirnos
Que tras aquellas noches de verano
En las que nos dejamos arrastrar
Con los frenos quitados
Por las rampas del delirio,
Me convertirá en adicto
Al roce de tu cabello largo,
Al contacto con tus pequeñas manos
Y a las curvas de tus sinuosos trazos.
Ahora, aunque en la piel se ha quedado
Impreso el paso del tiempo,
Aunque nuestros pies ya no caminen raudos
Ni me memoria recuerde nuestro aniversario,
Cada vez que te miro a los ojos
Y me pierdo en tu boca,
Me sale del alma decirte amor mío,
Me sale del alma decir que te amo.
Que traen la primavera
Me recuerdan que van pasando los años,
Todavía pongo cara de idiota
Cada vez que te quitas la ropa,
Arqueas las cejas
Y con una sonrisa en los labios,
Me susurras suave al oído:
Esta noche cariño, quiero hacerlo contigo.
Marchita se ha quedado la margarita
perdida entre las hojas amarillas
de aquel librillo de melifluos poemas
regalado tras la primera cita,
Antes de pensar si quiera
que mi lengua pasara
de las palabras a las caricias.
Quien iba a decirnos
Que tras aquellas noches de verano
En las que nos dejamos arrastrar
Con los frenos quitados
Por las rampas del delirio,
Me convertirá en adicto
Al roce de tu cabello largo,
Al contacto con tus pequeñas manos
Y a las curvas de tus sinuosos trazos.
Ahora, aunque en la piel se ha quedado
Impreso el paso del tiempo,
Aunque nuestros pies ya no caminen raudos
Ni me memoria recuerde nuestro aniversario,
Cada vez que te miro a los ojos
Y me pierdo en tu boca,
Me sale del alma decirte amor mío,
Me sale del alma decir que te amo.
Tras tu alma
Tañe la campana en la lontananza,
Que te trae de nuevo a mi memoria.
Surgen las luces del nuevo día,
Que me recuerdan que he de continuar mi viaje.
Aunque se hace pesado el petate
Cuando va repleto de nostalgia,
Pongo mis pies en marcha,
con una sonrisa en los labios,
un nuevo anhelo en el corazón
y nuevas esperanzas.
Con la mirada fija en el horizonte,
espero el nuevo Sol,
Dejando atrás las sombras,
tapando mis oídos a los reproches.
El invierno se hace demasiado frío sin tu calor.
quiero abrazarte amor, quiero sentirte a mi lado,
quiero ofrecerte mis lágrimas para enjuagar tu dolor,
mi saliva para curar tus heridas
y susurrar al oído de tu recuerdo
Cuanto te echo de menos.
El día es gris y la niebla envuelve el paisaje;
Pero ya no temo la oscuridad del camino.
Estoy dispuesto a cruzar valles y montañas,
Sin perder un minuto más de mi tiempo
En cuentos sin ningún talento,
En quimeras de fantásticos lamentos.
Porque sólo deseo alcanzar mi destino,
Y mi destino es aquél donde tú te encuentres
Que te trae de nuevo a mi memoria.
Surgen las luces del nuevo día,
Que me recuerdan que he de continuar mi viaje.
Aunque se hace pesado el petate
Cuando va repleto de nostalgia,
Pongo mis pies en marcha,
con una sonrisa en los labios,
un nuevo anhelo en el corazón
y nuevas esperanzas.
Con la mirada fija en el horizonte,
espero el nuevo Sol,
Dejando atrás las sombras,
tapando mis oídos a los reproches.
El invierno se hace demasiado frío sin tu calor.
quiero abrazarte amor, quiero sentirte a mi lado,
quiero ofrecerte mis lágrimas para enjuagar tu dolor,
mi saliva para curar tus heridas
y susurrar al oído de tu recuerdo
Cuanto te echo de menos.
El día es gris y la niebla envuelve el paisaje;
Pero ya no temo la oscuridad del camino.
Estoy dispuesto a cruzar valles y montañas,
Sin perder un minuto más de mi tiempo
En cuentos sin ningún talento,
En quimeras de fantásticos lamentos.
Porque sólo deseo alcanzar mi destino,
Y mi destino es aquél donde tú te encuentres
grito a la luna, al sol, al universo
grito porque no puede permanecer callado
grito amor mío
grito: te quiero
Y no me acallará el sueño,
ni el miedo, ni el recelo,
ni el ansia de tenerte entre mis brazos,
ni la angustia de que un día te vayas.
Y no me acallará el perderlo todo,
mientras tu estés a mi lado,
ni la irónica vida,
ni la rabia, ni el desconsuelo.
Y seguiré gritando amor mío,
seguiré gritando: te quiero.
Y no sucumbiré a las tempestades,
ni al fuego del infierno,
ni al dolor, ni al vacío.
Y seguiré caminando
hasta donde tú te encuentres,
con paso firme y cabeza erguida.
Y mientras me aproximo, con el valor
de quien te entrega su vida,
seguiré gritando amor mío,
seguiré gritando: te quiero
Cursilada impresentable para los días nublados
Inconsciente te desabrocho
el botón de la ira
y tus pezones me amenazan
iracundos con acabar mi vida.
Inconsciente te susurro
sentimientos al oído
y tus ojos me abrasan
como fuego del averno.
Inconsciente, mis labios
dicen que te quiero
y tus dientes desgarran
mi corazón sincero.
Inconsciente, mis manos
buscan el rizo de tu vello
y tus uñas se clavan
en todo mi cuerpo.
No tengo sino decir
que no te quiero,
para que me entregues
tu alma, tu corazón
y tu ser entero.
Si el infierno es estar a tu lado,
no deseo encontrar ningún otro cielo...
el botón de la ira
y tus pezones me amenazan
iracundos con acabar mi vida.
Inconsciente te susurro
sentimientos al oído
y tus ojos me abrasan
como fuego del averno.
Inconsciente, mis labios
dicen que te quiero
y tus dientes desgarran
mi corazón sincero.
Inconsciente, mis manos
buscan el rizo de tu vello
y tus uñas se clavan
en todo mi cuerpo.
No tengo sino decir
que no te quiero,
para que me entregues
tu alma, tu corazón
y tu ser entero.
Si el infierno es estar a tu lado,
no deseo encontrar ningún otro cielo...
Llueve,
Lluvia sobre tierra fría,
Cala mis huesos de soledad.
Viento,
Que sopla sobre mi ventana,
Arrastra los sueños de mi almohada.
Viento y lluvia,
El rocío se escarcha,
húmeda hierba,
invierno,
invierno sin ti,
ausencia en mi cama,
lujuria sin alma.
Te perdí,
Por una mala jugada,
Sin porvenir
Y ahora te añoro tanto,
Que no puedo ni vivir,
Que estoy roto por dentro,
Aunque por mucho que me lamento,
Sé que no volverás a mí.
Te perdí,
no me encuentro,
vago como un lamento,
perdido sin horizonte,
por la calle del olvido,
sin siquiera un recibo
que me recuerde
tu cariño.
Me encontré,
De bruces con la nostalgia,
En el cuarto que otrora gozaba
De tus labios de hiel,
Asomado a la cornisa,
Con una media sonrisa,
Mientras grito a la aurora
Que estoy perdido sin ti.
Lluvia sobre tierra fría,
Cala mis huesos de soledad.
Viento,
Que sopla sobre mi ventana,
Arrastra los sueños de mi almohada.
Viento y lluvia,
El rocío se escarcha,
húmeda hierba,
invierno,
invierno sin ti,
ausencia en mi cama,
lujuria sin alma.
Te perdí,
Por una mala jugada,
Sin porvenir
Y ahora te añoro tanto,
Que no puedo ni vivir,
Que estoy roto por dentro,
Aunque por mucho que me lamento,
Sé que no volverás a mí.
Te perdí,
no me encuentro,
vago como un lamento,
perdido sin horizonte,
por la calle del olvido,
sin siquiera un recibo
que me recuerde
tu cariño.
Me encontré,
De bruces con la nostalgia,
En el cuarto que otrora gozaba
De tus labios de hiel,
Asomado a la cornisa,
Con una media sonrisa,
Mientras grito a la aurora
Que estoy perdido sin ti.
EL POETA VAMPIRO
En la soledad busca el poeta
Las palabras para componer versos
En los cuerpos de mujeres tersos
El afán de su lujuriosa meta.
Es de virtuosa dama asceta
Guardarse de caricias y de besos
Escondidos en los finos bocetos
De comediantes fuera de escena.
Mas poco temáis de la cruel perfidia
De un cáustico vampiro desdentado
Oculto entre sombras de desidia.
Que espera en su trono sentado
Una alma plagada de parodia
Por la que sentirse enamorado.
Por ti...
Con un diente de lagarto
empecé un viaje largo
para encontrarme contigo,
Para llenarte de besos,
para tenerte en mis brazos
siendo aún dos extraños...
Y así han ido pasando los años
entre pasiones y llantos
por la fuerza del cariño...
Y ya no puedo estar sin ti ( estribillo)
ya no puedo vivir sin ti
sin tu calor en mi lecho
sin tu dulce mirada
de cada mañana...
Y ya no puedo estar sin ti
se me desbordan los sentidos
me estremezco con tan sólo pensar
que igual que llegaste a mi vida
un día te puedas marchar...
Me siento feliz a tu lado
con cada momento,
que paso contigo...
Ya no busco palacios
ni reinas ni tronos
ni fama ni gloria...
No pido nada más,
sólo quiero amor mío
perderme contigo...
Tus ojos rojos
Vi cruzar tus ojos
a través del frío cristal de mi ventana,
quedaron grabados en mi mente
como dos rojos luceros.
Ahora no puedo olvidarlos,
Me desesperan los anhelos,
Y por más que quiero
no puedo dejar de quererte.
Quisiera entregarte
Mi alma y mi cuerpo,
Quisiera darte cuanto soy y cuanto tengo,
Más no encarceles mis palabras,
Permitid que vuelen al viento,
Como el canto del pájaro,
Para deleite de sensibles oídos,
Que gusten de entenderme.
Sexo
Me metí bajo tu falda sin permiso
una noche de enero que andabas sola
por los suburbios de Madrid.
Te robé mil besos bajo la luna
y nos marchamos juntos al hotel.
No hubo palabras entre nosotros,
sólo gemidos y caricias de papel.
No hubo nombres ni apellidos,
sólo el roce de tu piel contra mi piel.
Nos desnudamos perdidos por la locura,
entre el humo, sin resquicios de amargura.
Como dos perros en celo nos amamos,
sin sentido, aquella noche sin porqué.
Temblamos, como dos adolescentes,
que se aman por primera vez.
Sin pensar, si aquello era decente,
recorriste mi cuerpo hasta el amanecer.
No hubo mañana siguiente,
nunca más te volví a ver,
pero quedaste clavada en mi memoria,
como un recuerdo dulce del ayer.