"el concepto de tribu y el paradigma nacionalista siempre me han parecido ideas arcaicas, poco evolucionadas, insolidarias y tercas"
No seré yo quien apunte con el
dedo a aquellos que piensan que haciendo las fronteras más pequeñas se puede
llegar más lejos. Ni tampoco seré yo quien desdeñe con el ceño fruncido a los
que en mitad de la revuelta buscan la ganancia de los pescadores, usando la
apología de la descalificación y el prejuicio. Sólo quiero recordar, que tales
usos ya fueron utilizados en el pasado y que no tuvieron sanas consecuencias.
No sé si ustedes recordaran a
cierto tipo bajito de simpático bigotito que aparece siempre enfadado en los
documentales en blanco y negro, gritando y despotricando. No sé si se acordarán
de aquel tipo que convenció a todo un pueblo de que eran mejores que los demás
y que, por ello, tenían el derecho de tomar por la fuerza lo que la lógica y la
razón les negaba.
Tampoco sé si Arturo y Adolfo tienen similares intenciones e ideologías o si el primero sólo quiere sacar
partido y sisar unos eurillos al Gobierno de la Nación. Me gustaría pensar que
son unas simples maniobras para desviar la atención a un pueblo dolido y
arruinado, que creyéndose el más listo y
el más eficiente, resulta que está en la ruina por culpa de la mala gestión de
sus líderes y gobernantes.
Quizá porque siempre me he
considerado ciudadano del mundo o quizá porque he tenido la suerte de viajar
bastante, el concepto de tribu y el paradigma nacionalista siempre me han
parecido ideas arcaicas, poco evolucionadas,
insolidarias y tercas.
Probablemente sea un necio que no
entiende de política (ni ganas); pero siempre he creído que cuantos más seamos
los que arrimemos el hombro en la misma dirección antes podremos alcanzar
nuestro destino. Otra cosa… ¿No es Arturo el que quiere saltar del barco ahora
que empieza éste a hacer aguas? No. Va a ser que son las ratas.
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