Rozando tus labios me hallaba,
Aquí a tu lado en mi cama,
Y sin planearlo miraba,
Como mi cuerpo te ama.
No dejo de admirar tus pechos
Mientras te miro a los ojos
Y veo como brillan eso luceros
Sin dejar con mis manos de envolverlos
Recibo sobre mí tu aliento
En este precioso momento
En que tu comportamiento,
Con mi cuerpo regento.
Mis brazos cambian de posición,
Te agarro con fuerza,
Te llevo al rincón,
Y con cariño y fiereza,
Te hago mujer
Te llevo al cielo
Te doy todo de mi ser
Mientras me miras con recelo
Temes que esto termine,
Me dices algo al oído
Trates de que me anime
Para que nunca te olvide
Yo busco acerté mía
Mientras te encuentras
Debajo mía y perdía
Tus manos entre las mías
Quiero rozar tu pecho
Y poner la mano en tu corazón
Saber si lo que sospecho
No es fruto de la pasión
Tu corazón esta acelerado
Mientras se mueve el molino
Con empeño es inaugurado
Entre lo masculino y femenino
Sujetas con firmeza
La arrugada sabana
Cuando el placer empieza
Tú cambias la cara
Con la libélula sientes
Mi cuerpo y tu cara
Me demuestra que no mientes
Que el placer no para
Contraes tus músculos
Eso aumenta mi placer
Tu yo estamos juntos
Y empieza a aparecer
El final, voy acariciando
Tu cuerpo, sintiendo
La sensación que atacando
Está a mi cuerpo siendo
Cuando el final llega
Nos miramos cara a cara
Y el aire nos impregna
De una sensación q supera
Cualquier otro momento
Y sonriendo revisas
Diciendo lo siento
Las marcas traviesas
Que degastes en mi espalda
Las cuales con un beso
Y una sonrisa mimada
Y el dolor sopeso
Ya que son marcas de amor
Marcas de cariño
De un momento de furor
Juegos de niño.
Los ojos negros
Esos ojos negros que me miraron,
Esos ojos negros que casi me mataron,
Esos ojos negros que en París yo perdí,
Tonto de mí porque no los pedí,
Me voy corriendo a Paris
Los buscare junto a la flor de lis
Quiero que vos me expreséis
Porque no me los regaláis
Pues resultaría imposible
Comprar tal belleza
Pero es irresistible
Vivir sin tenerlos cerca
Tened valor, no seáis tímida,
Preguntadme, ¿A qué venís?
Vengo a buscar a la razón de mi vida
Porque vos, existís.
No tengo más argumentos
Ni palabras bellas que daros
Mis pensamientos hundidos
Se hayan de tus ojos enamorados.
Tus palabras son poemas para mí,
Los que yo escribo son para ti
Por favor señora elíjame a mí.
Desde aquel momento en que partí
Murió mi alma, y corazón,
Redimido me hayo
Esperando escuchar tu compasión,
Aquí a tu lado un rayo
De esperanza me ilumina
Vos señora tenéis la cura
Hacedme dejar de ser rana
Pues mi alma hacia vos es pura.