La perla
Que no
Locuaz caballero
YO ME CONDENO
Llega el tiempo del estío
y recojo las miel de tu vientre.
Hábil seductor de mis emociones,
despiertas la fiera en el volcán
de mi cuerpo.
Agua rauda y ardiente
que cautiva;
buceando en lo insondable,
encuentras la perla
que resuena con tu experta caricia
Que no
Mira que no.
Que no es un caballero
que no hay noches estrelladas
ni palabras ni armonías bellas.
Que ni roba el corazón.
Que ya tiene un amante
que le lleva la razón.
Tiene en su mundo un espejo,
donde se mira sin cesar,
se recrea y satisface
para que necesita mas.
Locuaz caballero
Locuaz caballero
resentido amigo...
¿Pero que hice yo
para ganar tus latidos?
Por todos es conocido
mi caracter agrio
y resentido...
¿ Qué hice yo
para infringirte castigo?
¿Qué ha podido hacer
te quedases conmigo?
¿ Mis ripios, mis insultos,
mis iracundos vómitos...?
¿ Qué ilusión te he ofrecido?
Si por todos soy tachada
de insensata y malvada,
¿que has visto tú,
que no vieron otros...?
¿ O acaso quieres
reirte y jugar conmigo?
Estoy confundida,
perpleja y perdida...
no entiendo tus versos
si son reales o burla.
Si de verdad lo dices,
si con sentido...
gracias querido amigo.YO ME CONDENO
Yo me condeno…
por todo lo que no he hecho
por todo lo que no he dicho
por lo que no he pesado.
Pero tu…
Engendro de dos patas,
Alimaña perniciosa,
Mentiroso compulsivo…
A ti…
Yo te maldigo
Por todo lo que has hecho
Por todo lo que has dicho
Por todo lo que has pensado…
Y no hemos sabido impedirlo…
Yo confieso
Paseo mi vida sembrando soplos,
perturbando Sentidos de demente,
recadera de Juicio bivalente,
boicoteo el centro de los Templos.
Ladra Damocles su burla mordiente,
forja y experimenta sus escoplos
para escarnio y mofa de mis resoplos,
sin haber llegado a ser consistente.
Soy una chiflada desbaratada.
algunos pensaran que enamorada,
otros empero incapaz de amar.
Pero entre dires y diretes ,
reveses transformo en zoquetes.
Sabre rendirme, nunca coaccionar
Geisha de los sentidos
Voy a ser tu geisha le susurró;
vamos a explorar juntos,
el poder de los sentidos;
de apetencia tan precisa
que vibraran en sensaciones.
El ritmo…
lo indicara la mente.
Temblando el cuerpo
al son de los impulsos.
Te daré una cita,
en el rincón de la luna
con rosas perfumadas
de un oriente afrutado.
Embriagada en tu perfume,
de jengibre y cardamomo,
seductor y carismático,
harás que pruebe,
el sabor
que dicta,
lo que la carne encierra
en las profundidades del deseo.
El sonido de ese vals,
que desordena mi cabeza,
me hará arrastrarte a la pista,
con una música tras otra.
Sonidos de palabras,
mezcladas con violines
danzando ante mi vista,
un lenguaje de contornos.
Tangos sensuales,
preludio de una entrega,
harán crecer tu coraje
sin apenas darte cuenta.
Y llegado ese momento,
de boleros indomables,
una letra sonara,
perturbando convicciones…
e imaginando tu tacto,
imaginarás tu, una piel de seda.
Veras entonces,
la imagen que no imaginas,
mientras miro yo la tuya,
el deseo se acrecienta.
Las palabras que no escuchas,
retumbarán en tu cabeza,
imaginando los sabores,
que desordenan las ideas.
Las rosas ya caídas,
los pétalos han abierto…
Arde tu mano en lubrica comparsa...
Notarás entonces
que te toco..
con la punta de mi seno.
ODA A LA DIOSA "SARDINA DEL MOÑO GAZMOÑO"
¡OH mi moño gazmoño!
¡OH rutilante castaña!
En diosa me habéis convertido,
diosa sardina de España
Dicen que tengo espinas,
dicen que soy huraña,
mas tu, mi moño gazmoño,
me diste toque burgueña.
Se alzan las voces dispares,
¡la diosa sardina del moño…
gazmoño!
¡El moño endiosado de la gazmoña….
sardina!
¡La gazmoña enmoñada de doña sardina!
Y en medio de la algarabía,
pasan ilustres,
sus señorías;
con manjares exquisitos,
pasan gambas y langostinos
Mas yo me digo contenta…
¡Viva mi moño que es mío!
Soñando la luna llena
Soñaba yo un día de luna llena,
al son juguetón del grillo oportuno.
Respiraba el fulgor del astro tuno,
recreando sin más la dulce escena.
Miro al mar que a mi mente envenena,
dejo mi cuerpo sin ajuar alguno;
ebúrneo brillo mimando a neptuno,
locura sensual mi mente enajena.
Trovadores y grillos juguetones.
marcando delante el búho su compás,
burla aquí delirantes sensaciones.
De barrocas doncellas licántropas,
isótropas argumentaciones,
razón y locura en ambas copas.
Luna esquiva,
traicionera,
embajadora de locuras,
encubridora de amantes
.
Sangrienta luna licántropa,
para enmarcar un aullido.
Alumbradora vampírica,
joya de mil coronas.
Correlación ilusoria
en una roca reseca.
Tu me provocas.
Me incitas a pecar.
Transgredí las siete prohibiciones
con la mejor de mis sonrisas.
Y virtudes considero
mas que pecados capitales.
Que pecado la gula,
degustada de tus labios;
quiero mas y más,
deleite devorador.
Mira que estoy preocupada;
estoy tan alarmada
que me dejo llevar por la pereza.
Así, a tu lado,
dejando que tus manos
dibujen mi silueta…
codiciando todo tu ser
…para mi sola,
codicia,
de tu mente , de tu cuerpo y tu persona...
tu tiempo… para mi sola.
¡Hasta que se desboca mi ira
cuando osan perturbarte
y profana lo que es mío sin permiso!.
…Que soberbia soy…
y no lo siento,
pues me creo soberana
y me desbordo de orgullo
con cada palabra,
gesto y acto tuyo.
Y no te cuento la lujuria,
que eso solo es cosa nuestra,
en la que me bañas noche y día...
día y noche vida MÍA.Porque sí
He de decirte cariño,
que no te quiero por tus virtudes,
que nunca dude que tuvieras;
tampoco por tus defectos,
que esa frase está madura.
Te quiero porque te quiero
y porque me da la gana quererte.
Y como este amor es mío,
me lo quedo y no te importa
si lo archivo o si lo aireo
o te lo dejo en la puerta.
que no te quiero por tus virtudes,
que nunca dude que tuvieras;
tampoco por tus defectos,
que esa frase está madura.
Te quiero porque te quiero
y porque me da la gana quererte.
Y como este amor es mío,
me lo quedo y no te importa
si lo archivo o si lo aireo
o te lo dejo en la puerta.
El precio de la palabra
No te doy, palabra,
el poder que me demandas,
no dejare mi entereza,
en manos de tu guadaña.
Mas me hieres con desdén
y el dolor no me acobarda,
con silencio pagaré,
mi fortaleza ganada.
Y saldada ya la deuda,
valor tendrá mi silencio
y tu,
el poder que me demandas,
no dejare mi entereza,
en manos de tu guadaña.
Mas me hieres con desdén
y el dolor no me acobarda,
con silencio pagaré,
mi fortaleza ganada.
Y saldada ya la deuda,
valor tendrá mi silencio
y tu,
palabra,
no serás nada.