"Por mojigatería no compré su libro en ese momento"
Sorpresa inesperada fue el encuentro con Alonso Cordel. El
aspecto, el de cualquier poeta trasnochado.
Su discurso… (Ay, que me quiere epatar y no me dejo). Cuento
los versos, las silabas; ¿pero esto rima?
Caramba con el Cordel. Girándulas se llaman sus versos. De una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, once silabas (venga
respira, creo que era hasta aquí).Tres (o
cuatro) versos dodecasílabos para seguir decreciendo en forma de peonza,
genial.
Por mojigatería no compré su libro en ese momento; ahora lo
busco por la red y está agotado.
Tendré que tragarme la vergüenza y pedírselo sobre todo por
uno de ellos. Una especie de trabalenguas maravilloso con una sonoridad, un
ritmo, un “swing”…
Hacía tantos años que no me sorprendía a mí misma rompiendo
en aplausos, espontáneos, apasionados, descontrolados. Hacía tanto qué no era
yo…
Recomendado por ser algo bello y altamente original
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