Tañe la campana en la lontananza,
Que te trae de nuevo a mi memoria.
Surgen las luces del nuevo día,
Que me recuerdan que he de continuar mi viaje.
Aunque se hace pesado el petate
Cuando va repleto de nostalgia,
Pongo mis pies en marcha,
con una sonrisa en los labios,
un nuevo anhelo en el corazón
y nuevas esperanzas.
Con la mirada fija en el horizonte,
espero el nuevo Sol,
Dejando atrás las sombras,
tapando mis oídos a los reproches.
El invierno se hace demasiado frío sin tu calor.
quiero abrazarte amor, quiero sentirte a mi lado,
quiero ofrecerte mis lágrimas para enjuagar tu dolor,
mi saliva para curar tus heridas
y susurrar al oído de tu recuerdo
Cuanto te echo de menos.
El día es gris y la niebla envuelve el paisaje;
Pero ya no temo la oscuridad del camino.
Estoy dispuesto a cruzar valles y montañas,
Sin perder un minuto más de mi tiempo
En cuentos sin ningún talento,
En quimeras de fantásticos lamentos.
Porque sólo deseo alcanzar mi destino,
Y mi destino es aquél donde tú te encuentres
Que te trae de nuevo a mi memoria.
Surgen las luces del nuevo día,
Que me recuerdan que he de continuar mi viaje.
Aunque se hace pesado el petate
Cuando va repleto de nostalgia,
Pongo mis pies en marcha,
con una sonrisa en los labios,
un nuevo anhelo en el corazón
y nuevas esperanzas.
Con la mirada fija en el horizonte,
espero el nuevo Sol,
Dejando atrás las sombras,
tapando mis oídos a los reproches.
El invierno se hace demasiado frío sin tu calor.
quiero abrazarte amor, quiero sentirte a mi lado,
quiero ofrecerte mis lágrimas para enjuagar tu dolor,
mi saliva para curar tus heridas
y susurrar al oído de tu recuerdo
Cuanto te echo de menos.
El día es gris y la niebla envuelve el paisaje;
Pero ya no temo la oscuridad del camino.
Estoy dispuesto a cruzar valles y montañas,
Sin perder un minuto más de mi tiempo
En cuentos sin ningún talento,
En quimeras de fantásticos lamentos.
Porque sólo deseo alcanzar mi destino,
Y mi destino es aquél donde tú te encuentres
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