Tras la guerra de las hipotecas y
el descalabro financiero, los bancos cambian de estrategia y se lanzan con uñas
y dientes a la captación de pasivos. No hay nada más seguro ni más garantizado
que las nóminas y pensiones de los supervivientes de la crisis que todavía
perciben rentas de trabajo u otro tipo de emolumentos mensuales. No es tan
espectacularmente lucrativo como los activos; pero mucho más seguro a la espera
de tiempos mejores.
En esta línea, los bancos buenos
o supervivientes de la quiebra y de las fusiones lanzan sus ofertas para la
captación del pequeño; pero, como hemos dicho, seguro ahorrador. ING Direct fue
el pionero en arrojarse a este mercado y tras él los grandes bancos españoles tratan
de seguir su estela (Santander, Popular, Caixa, etc.) En esta batalla por la
captación de pasivos y cuentas de los pequeños ahorradores perceptores de
nóminas y pensiones nos encontramos al Banco Sabadell con sus cuentas nómina ,
una entidad que ha sabido capear el
temporal y ahora se halla fortalecida por la disminución de competidores y en
una posición de privilegio para posicionarse en el mercado financiero español.
Su oferta no es muy distinta a la de otras entidades y si bien en algunas zonas
como la mía (Aragón), su presencia no era muy importante, con las absorciones
realizadas de otras entidades financieras ha incrementado su número de oficinas de forma
considerable en toda la geografía española.
Al igual que en telefonía,
seguros y otros productos las batallas comerciales bancarias son sangrientas y
ahora nos encontramos en plena campaña de la entidades financieras por la
captación de pasivo y entre otras, la batalla por la captación de los clientes
perceptores de nóminas y pensiones. Según cuentan en la campaña de ING direct,
sólo el 3% de los clientes bancarios están dispuestos a cambiar de banco; pero
un 3% son muchos millones de euros que los bancos no están dispuestos a dejar
escapar. Si usted tiene nómina o pensión y quiere sacarle más rendimiento a su
dinero o pagar menos gastos por el uso de la cuenta bancaria, no lo dude,
ármese de paciencia y dispóngase a escuchar múltiples ofertas, elija con calma
y escoja aquella que le resulte más interesante y de confianza. Los bancos
enfermos ya han estirado la pata, así que, si no le han pillado las preferentes
o ha perdido todo su dinero de las acciones, no se preocupe, cualquiera de los
supervivientes le dará un buen servicio y un buen producto.
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